Los 80: A propósito de “Cien niños esperando un tren”...¡Yo quiero más mujeres como Alicia Vega!

13 Noviembre 2012

26 años después, la serie “Los 80” le rinde un homenaje a esta mujer. 26 años después nuestra educación chilena a nivel masivo aún carece de un modelo abierto, franco y creativo

Nicolás Fontaine >
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En el capítulo de “Los 80” de Canal 13 transmitido este domingo, se recreó el contexto del documental“Cien niños esperando un tren” de Ignacio Aguero. Como tenía información de que esto ocurriría, quise prepararme para ver este homenaje y qué mejor forma que volver a ver el documental durante la tarde dominical.

Han pasado 26 años desde que se realizó esta pieza y pienso que su trasfondo y nivel de conexión con la actualidad merecen detenerse a escribir esta columna. El cineasta sueco Ingmar Bergman en su libro “Linterna Mágica”, nos cuenta que en su infancia una amiga de la familia fue la gran impulsora de su gusto por el cine. Cuando tenía alrededor de unos 7 u 8 años de edad, a su hermano le regalaron una máquina reproductora de cine y a él un ejército de soldaditos de plomo. Bergman cambio su ejército por la linterna mágica.

La primera imagen del documental de Agüero me recuerda este episodio de Bergman: un niño jugando con su linterna mágica. Lo que ocurrió con Bergman producto de ese regalo ya es poética del cine mundial. Pero ¿qué pasó con los niños de Alicia Vega? Alicia, quien en esos años era directora de la oficina Nacional de Cine del Episcopado y dictaba este taller a alrededor de 80 niños de Lo Hermida, ¿habrá podido salvar tan solo a uno de los niños de la pobreza, como dice el personaje de Nicolás Saavedra en “Los 80”?

Durante todos los sábados Alicia Vega se reunió con niños de Lo Hermida y les mostró el cine y su proceso de creación. La mayoría de estos niños nunca había entrado a una sala de cine. Este acto, que para muchos de nosotros puede parecer atemporal, me recuerda cuando mi amigo Eduardo Villalobos (productor de cine) hace unos 10 años dictaba un curso para alumnos audiovisualistas y descubrió que una de sus alumnas nunca había entrado a una sala de cine. Vuelvo a preguntar ¿Qué pasó con esos niños? ¿Serán médicos, carpinteros, militares, habrán podido cumplir algún sueño?

En una de las clases, Alicia explica la invención del cine: Les habla de Edison, de las  48 fotos en una banda en movimiento. Remonta a los niños a 1893 en EEUU y la invención del kinetoscopio. Luego aparecen los hermanos Lumiere en la clase, los que  inventaron la  cámara para fotografiar la película.Y así llegan al 28 diciembre de 1895 donde se exhibe la primera función de cine con “La llegada del tren a la estación”. Este título tan significativo para el cine es lo que Agüero decide tomar como inspiración para estos niños, ellos son los primeros en recibir una magia que hasta ese minuto se les ha negado en su educación. Al ver la primera animación cinematográfica que se realizó en la historia, un niño dice “Le están pegando a los pacos” y uno como espectador vuelve a la realidad de la época, a la dictadura de Pinochet.

La seria “Los 80” recrea por medio de un montaje del documental con escenas de la serie esa clase de Alicia. Tan cercana para miles de estudiantes chilenos que aun no han tenido a una Alicia en sus aulas. Agüero va en busca de los padres de estos niños y uno de ellos nos dice,  “yo me siento y escucho a Susana, porque yo no tengo idea”. El padre de la pequeña Susana aprende de su hija en un acto de transversalidad en la educación que es fantástico.

Recuerdo que en una entrevista en un diario años atrás Claudio Di Girólamo, quien en esa época era director del Departamento de Cultura del Ministerio de Educación de  Chile. Él contaba la historia de una familia muy humilde de Carahue en el sur del país y a la cual él conocía hacía tiempo. De visita en la zona y  al entrar a su casa después de algunos años le dijo a la mujer “qué linda y ordenada está tu casa, como ha cambiado”; y la mujer le contestó “cómo no, si desde que mi hijo toca en la orquesta juvenil yo soy la madre de un artista y esta es la casa de un artista”.

Precisamente es lo que ocurre con los niños de Alicia. Ellos son portadores de un mundo mejor. En su taller gozan viendo a Chaplin o a “Los tres chiflados”. Aprenden de Alicia la estructura del cine por medio de los capítulos de “Don Quijote”, los tipos de plano por la vivencia de una cámara construida en el taller, el Travelling por medio de un carretón y el argumento por medio de sus propias historias. Los niños descubren la ficción por  “El globo rojo” de 1956 de Albert Lamoiresse, sorprendido, atónito  por el correr de un niño con un globo rojo. Se les muestran protestas y la represión para conocer lo que es un documental. Los niños ríen y comprenden que es parte de su vida lo que ven.

Desde abril de 1988 y durante todos los sábado, Alicia Vega se reúne con estos niños. La mañana del sábado 3 de octubre de 1988 los niños suben a una micro y van rumbo al cine. La sorpresa es que se encuentran con su propia realización del fotograma que hicieron en el taller. Su propia película proyectada en el cine.

Alicia desmitifica el cine y lo hace porque ellos necesitan de una realidad y un espacio educacional que no están obteniendo. A poco tiempo de terminar la dictadura militar, Alicia Vega sorprende a un centenar de niños intentando y logrando que abran los ojos a un nuevo mundo. 26 años después, la serie “Los 80” le rinde un homenaje a esta mujer. 26 años después nuestra educación chilena a nivel masivo aún carece de un modelo abierto, franco y creativo.

Yo quiero Alicias Vegas en los colegios, en las universidades, en la cultura y en la política.

Vía: www.nicolasfontaine.cl