Nuevo proyecto Agronomía de la UTA busca validar un sistema de extensión

29 Mayo 2012

Se trata de validar un sistema de extensión que capacitará y permitirá transferir experiencias, conocimientos y tecnología sobre innovación a pequeños agricultores.  Todo en directo beneficio de la agricultura regional

Joel Jalil >
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“Todos ganan con este proyecto agrícola” con estas palabras el académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Tarapacá, Amador Torres Hernández, dimensionó los beneficios de este nuevo proyecto trae para el sector de la agricultura regional.

El proyecto tiene como objetivo validar un sistema de extensión.  O sea, un centro que permita capacitar y transferir experiencias, conocimientos y tecnología a los pequeños agricultores regionales. 

El proyecto, de nombre de: “Diseño y Validación de un Modelo de Extensión Agrícola para el Desarrollo y Fortalecimiento de la cultura de Innovación y Aceleración del Emprendimiento Innovador en la Región de Arica y Parinacota” (P69 FIC-UTA. 2011-2012).

Primeramente este proyecto aplicó encuestas para el levantamiento de información,  donde el objetivo fue detectar las variables que inciden en el éxito o fracaso comercial de los  pequeños agricultores.

Posteriormente y luego de haber terminado con cuatro meses de encuestas en los valles de Azapa, Chaca, Lluta y Vitor, el proyecto prosiguió al siguiente paso: impartir talleres, entre ellos: “Fuentes de Financiamiento” y “Desarrollo Personal”.

Fueron los agricultores del sector Valle Hermoso del valle de Lluta los primeros beneficiados en estos talleres donde se trató: Análisis de los problemas de financiamiento que tienen las Mipymes; Fuentes de financiamiento público (Corfo, Indap, Sercotec, BancoEstado); Créditos; Garantías; y Seguros.

Torres Hernández afirma los beneficios y su intensión de que perdure en el tiempo este centro ya una vez construido: “Nuestra universidad está comprometida y con gran interés con poner en marcha una nueva relación con el sector productivo y que perdure en el tiempo.  Que sea un proceso de doble sentido, o sea, debe transmitir la información a los agricultores para resolver sus problemas y debe informar sobre los problemas de los mismos a quienes hacen investigación agrícola”.

Este agrega que: “para ejercer en las nuevas tecnologías: como menor carga de pesticidas, el uso de nueva maquinaria agrícola y procesadoras, el empleo de nuevos sistemas de riego, el aprovechamiento de la energía solar, eólica, entre otras, el agricultor muchas veces está capacitado para utilizarla, en otros no. Pero esta iniciativa busca nivelar eso, nos ocupamos de quienes no están capacitados”.

Así son las primeras directrices de un nuevo impulso para la innovación agrícola, que se venía
pensando hace ya un buen tiempo.  Esto lo reafirma Mónica Jiménez Peñailillo, coordinadora del proyecto, quien comenta que: “Siempre estuvo la inquietud en el tiempo sobre cómo continuar apoyando a los agricultores en forma permanente, ya sea, brindándoles asistencia técnica, conocimientos en nuevas tecnologías y los resultados de investigaciones agrícolas realizadas en la universidad”.

Amador Torres reafirmó que a los pequeños productores se les seguirá motivando hacia la innovación y a compartir experiencias.  Asimismo, la UTA, con sus facultades, sustancialmente la de Ciencias Agronómicas y las Escuelas Universitarias podrán continuar con nuevas iniciativas a estudiar, difundir o compartir con la ayuda de este nuevo centro, algo que irá en directo beneficio para sus estudiantes, académicos e investigadores, quienes podrán generar conocimientos respecto a la realidad agrícola regional en permanente vinculación con el medio.