¿Por qué el Estado le entrega fondos de cultura al grupo Saieh?

16 Enero 2015
Diversas críticas generó la adjudicación de casi 150 millones de pesos de los Fondos de Cultura para Corpartes, fundación ligada al empresario Álvaro Saieh.
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49.639.971 de pesos anuales hasta 2017 se adjudicó el Centro de las Artes 660 en la línea de apoyo a organizaciones culturales de los Fondos de Cultura 2015, que fueron divulgados la semana pasada. Casi 150 millones de pesos que representan la cifra más alta en la categoría, que también adjudicó recursos a la Casona Cultural de Panguipulli, la Universidad de Santiago y el Centro Experimental de Arte Tessier.

Fuente: Fondos de Cultura 2015.

Fuente: Fondos de Cultura 2015.

La determinación causó revuelo, porque el espacio pertenece a CorpArtes, fundación cultural del grupo Corpbanca, ligada al empresario Álvaro Saieh, cuya fortuna alcanza casi dos mil millones de dólares, según la revista Forbes. Es además dueño de Copesa y preside SMU, firma a la que pertenecen los supermercados Unimarc. De hecho, el empresario preside el directorio de la entidad, que también integran sus hijos Catalina, María Soledad, Francisca y Jorge Andrés.

Como otras organizaciones, CorpArtes puede además acogerse a la Ley de Donaciones Culturales. Así lo hizo, por ejemplo, para La fuerza de la materia, la gran exposición de Joan Miró que el año pasado exhibió el Centro de las Artes 660, que también ha acogido conciertos de la Orquesta Sinfónica de Chile, obras de Santiago a Mil y otros espectáculos.

En este caso, la fundación se adjudicó los casi 150 millones de pesos para un proyecto que contempla recorridos educativos y talleres relacionados con las exhibiciones que se realizarán en el espacio cultural, ubicado en Las Condes, junto al edificio corporativo del grupo económico.

¿Por qué se adjudican recursos a una institución que cuenta con ese respaldo financiero? Según Lilia Concha, subdirectora del Consejo de la Cultura, “no se discrimina con criterios de mayor o menor capacidad o poder económico de las instituciones que postulan. Cualquiera puede participar como postulante o evaluador, en la medida que no tenga proyectos pendientes u observaciones de convocatorias anteriores no bien cerradas. Por lo tanto, si el jurado evalúa un proyecto que cumple con buenos estándares de calidad -en este caso, de artes visuales- puede adjudicarlo. El sistema está diseñado para no discriminar con estos criterios”.

Lilia Concha, Subdirectora de Cultura.

Lilia Concha, Subdirectora de Cultura.

El problema es que no todos compiten en igualdad de condiciones por los recursos. De hecho, CorpArtes cuenta en su equipo con Javier Chamas, quien conoce bien cómo funciona el sistema, ya que permaneció casi diez años en el Consejo de la Cultura: primero fue secretario ejecutivo del Fondo de la Música y luego jefe de Fomento e Industrias Creativas, cargo al que renunció cuando asumió la ministra Claudia Barattini.

Para Romina Pantoja, directora del diplomado en Gestión Cultural de la Universidad Católica, “no puede ser que si no sabemos o no somos expertos no gane, por un problema de estructura. Hay gente que contrata a personas para que rellenen los fondos concursables, porque ya saben cuál es el mecanismo, cuáles son los puntos que hay que destacar”.

“Si nos vamos al caso de Corpartes, creo que no es culpa ni de los evaluadores ni de los que presentan, porque todo el mundo puede hacerlo y en las bases no dice que no puede presentar proyectos la gente que tiene mucho dinero o está asociada a otras organizaciones”, añade la académica, quien este año examinó proyectos en la línea de fomento a la difusión y mercado de las artes.

En este coincide Bárbara Negrón, directora del Observatorio de Políticas Culturales (OPC), quien sostuvo que los fondos concursables pueden servir para financiar la creación, pero son limitados para conseguir otros objetivos: “En un país donde hay tanta inequidad, que se refleja también en la cultura, es esperable que la plata del Estado tenga una variable de focalización, que vayan a los sectores carentes, pero eso no puede pasar en ningún sentido en un fondo concursable. Los fondos son una muy buena herramienta para financiar proyectos de creación, pero no para otras cosas; no para modificar la situación del país en términos del financiamiento de las instituciones o del acceso a la cultura. Realmente, eso es pedirle peras al olmo”, argumenta.

Bárbara Negrón, Directora General del Observatorio de Políticas Culturales, OPC.

Bárbara Negrón, Directora General del Observatorio de Políticas Culturales, OPC.

Tal como consigna la experta, los problemas ligados a la cultura se fundamentan en la falta de  políticas públicas que parten desde el Estado. Ya conocimos el presupuesto de Cultura destinado para este año, y si bien en esta materia aumentó en un 23% respecto de año anterior, éste solo significa un 0,4% del gasto total. Porcentaje que ha sido considerado como paupérrimo por el gremio, ya que no da sustento a un proyecto cultural fuerte, que potencie el talento nacional y el patrimonio.

Por otra parte, si pensamos en quienes fueron rechazados por el Fondart, la experta y evaluadora Romina Pantoja indica que la mayoría de ellos no cumplen con las exigencias, carecen de conocimiento sobre cómo llenar un formulario, inclusive cayendo en faltas ortográficas, por ende no pueden ser seleccionados por mucho que su idea sea generadora de cambios.

Entonces, la pregunta es ¿cómo revertir esta situación? Los expertos asumen que es necesario un cambio de paradigma, no sólo en cómo está pensado el Fondart, al ser anual, sino que es importante generar fondos permanentes, que no condicionen a los artistas durante un año. Es importante replantearse el rol de la cultura, generar oportunidades y procesos de postulación constantes, y además enseñar cómo adjudicarse éstos, logrando competir de igual con los grupos económicos.

Foto: Facebook Corpartes.