Salud Mental: Te propongo acercarnos

27 Enero 2020

Es un tema que aún sigue oculto en algunas familias por miedo al rechazo y al estigma, porque es raro, desconocido y lo que se desconoce causa temor y finalmente nos lleva a la discriminación.

Carolina Leteli... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Caminando por las calles de nuestra ciudad, no es raro encontrarse con personas en situación de calle y pareciera ser que cada vez son más; muchos de ellos con evidentes problemas de salud mental y/o consumo de sustancias.

Recuerdo que desde pequeña advertí al respecto, crecí viendo a los “hermanos Vadulli”, la mal llamada “loca Perlina”, “la Colegiala”, “El Soldadito de Plomo”, “El Carlos Mata”, “La loca Margarita”, entre varios otros; muchos de éstos ya fallecidos. Y es que para nadie resulta extraño, si hasta pasan a formar parte del paisaje local. Pero, ¿qué pasa realmente con la Salud Mental?, tema que aún sigue oculto en algunas familias por miedo al rechazo y al estigma, porque es raro, desconocido y lo que se desconoce causa temor, que finalmente nos lleva a la discriminación.

Hoy por hoy existen tantos diagnósticos en salud mental: psiquiátricos y otros trastornos; como programas en colegios y otras redes de infancia que apuntan a favorecer la inclusión y fortalecimiento familiar; sin embargo, somos carentes de espacios de promoción en salud mental, que permitan acercarla a la comunidad. De este modo, nos encontramos con programas y profesionales en Establecimientos Educacionales que apoyan e intervienen al alumnado que presenta este tipo de dificultades, pero no así un trabajo de sensibilización con apoderados que estén ajenos al tema, pero que, no obstante, tienen hijos que comparten a diario con personas con patologías en salud mental.

Así como existen factores genéticos que predisponen una patología psiquiátrica, también los hay ambientales, vinculares y sociales, incluso comunitarios; que influyen en el desarrollo de la salud mental de las personas y es que las determinantes sociales son clave para evitar el desarrollo de ciertos trastornos y en otros casos para favorecer un buen proceso terapéutico; porque no es lo mismo la realidad de una persona con un adecuado soporte psicosocial, socioeconómico y familiar, a una que no lo tiene.

Las drogas también han colaborado en esta situación. Durante la Dictadura se incorporó la pasta base de cocaína en Arica, entrando fuerte en las poblaciones más vulnerables, sin advertir inicialmente de las catastróficas consecuencias de rápido deterioro físico, mental y cognitivo en su consumo. ¿Antes de la Dictadura en nuestro País y sin pasta base, existía quizás menos frustración que hoy y menos desesperanza aprendida por quedar fuera de un sistema?

Se manejan algunos antecedentes estadísticos en nuestro país de suicidios en adolescentes que son terroríficos, así como también lo son las de abuso sexual y consumo problemático de drogas y alcohol, todas las anteriores asociadas al desarrollo de alguna patología en salud mental. Curiosamente, a nivel país se cuenta con un mísero presupuesto para intervenir a este respecto.

Pareciera ser que el modelo económico y las realidades laborales no permiten aquella calidad de vida que todos soñamos y que ayudaría a cuidar de nuestra salud mental. Pero como ciudadanos y comunidad vecinal, comunidad escolar y otras formas de organización ¡si podemos!  hacer sensibilización al respecto. El llamado es a la inclusión, pero de verdad, ¡the real! inclusión como vecinos, apoderados, trabajadores, usuarios de distintos servicios etc. Tenemos la tremenda posibilidad de la colaboración mutua, podemos acercarnos, conocer, desarrollar estrategias para cuidar nuestra propia salud mental y propiciar al interior de nuestras familias espacios ricos en afectividad y confianza.