Se puede desde Arica: Microempresario crea alimentos saludables con productos regionales

07 Agosto 2020

Ricardo Guerrero Quinán ha sabido combinar con éxito los negocios con la investigación aplicada, permitiéndole crear un aceite de orégano y una harina de papas altiplánicas. Ambos considerados súper alimentos.

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Los negocios y la investigación aplicada son claves para el ariqueño e ingeniero agrícola, Ricardo Guerrero Quinán (29), quien buena parte de su ejercicio profesional lo ha dedicado a la producción de alimentos saludables.

“Siempre me gustó el campo. Me agradó el tema agrario, en especial la producción de alimentos de calidad”, dijo de entrada quien es hoy gerente de ION SpA, y dueño de las marcas: “ILLA, aceite de orégano” y “Pacha chip, snacks de papas altiplánicas”.

Ricardo recordó que su llegada al emprendimiento fue en su época universitaria. En el 2012 obtuvo el primer lugar en concurso de emprendimiento e innovación del Gobierno Regional, con proyecto de utilización de cobre en el regadío para mitigar el crecimiento de plagas y enfermedades agrícolas. “Así me introduje en el mundo del negocio. Uno piensa que todo es color de rosa, pero no es así”, subrayó.

Luego postuló con éxito al Capital Semilla Inicia de Sercotec, con una iniciativa que lo llevaría a incursionar en otra área: Hacer baños alcalinos para recubrir piezas metálicas. “Entré a un rubro que no conocía. Contraté gente, arrendé local, invertí en maquinaria y junté pocos clientes. Pero después de un año tuve que vender la maquinaria. El error: la escasa búsqueda de clientes”, apuntó.

Se vio obligado nuevamente a emplearse, estando 2 años aproximadamente de un trabajo en otro y en rubros distintos al agrícola. “Fue un crecimiento personal”, explicó.

En el 2015, un amigo le ofreció trabajar en su consultora en temas agrícolas. Volvió nuevamente al mercado, aprovechando de estudiar diplomados de negocios, y generando una red en el mundo del emprendimiento.

ALIMENTOS FUNCIONALES

Se dio cuenta que las producciones agrícolas regionales tienen un gran potencial nutricional, alto contenido de antioxidantes, entre otras características. Pero existe escasa gestión en su comercialización. “Se me ocurrió el proyecto de alimentos funcionales que presenté a Corfo. Conocí en el laboratorio de la Universidad de Tarapacá a un grupo de investigadores. Ellos ya tenían varios ensayos y estudios del orégano de precordillera. Entonces nació crear el aceite de orégano”.

Durante el periodo de pilotaje de aceite ILLA apareció el primer cliente, quien les compró la producción de 800 litros. “El programa Corfo me ayudó para comprar los equipos nacionales. Así me dediqué solo a buscar clientes, generando lotes más grandes de producción. Comencé a vivir de los aceites”, dijo al agregar que en el 2017 se asoció con Yusef Bu-antun, empresario olivícola del Valle de Azapa.

Surgen posibilidades de expansión. Trabaja con Luis Bustos, doctor en química y farmacia, para investigar las propiedades de las papas nativas de precordillera.

Así postula a Corfo en 2018 un Prototipo de Innovación Regional de snacks/barras saludables de papa. “Tras varios ensayos de pruebas y error, llegamos a desarrollar una harina de papa, que tiene varias aplicaciones como producto alimenticio. En un proceso que no involucraba aceite, funcionando con temperaturas y presión, da como resultado bastones y bolitas de papa. El snack final no usaría sellos”, adelantó.

Claro que la pandemia truncó en parte el proyecto. Sin embargo, ya está pensado iniciar un testeo masivo que permita validar comercialmente los snacks “Pacha chips”.

Pero Ricardo va más allá: “El tema gourmet se va a tomar una pausa. Detectamos que todo el crecimiento va por el sector de suplementos alimenticio, es decir, pretendemos darle una vuelta a ILLA y vender cápsulas de aceite de orégano. Queremos ser una alternativa a nivel nacional de cápsulas blandas. Ya estamos con algunas negociaciones adelantadas”.