Trabajadores de la Salud: Que no se nos sigan olvidando los verdaderos héroes

23 Septiembre 2020

Algunos ya han ofrendado sus preciadas vidas por nosotros, a estos superhéroes se les recordará siempre.

Miguel Ángel Leiva >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

 Cada día nos enteramos de médicos, enfermeras(os), Tens y personal de servicios de la salud que lamentablemente han adquirido esta despiadada enfermedad, la que puede atacar a cualquiera y en las situaciones del diario vivir increíblemente menos esperadas, pero en este caso producto de su trabajo.

Como sea,  quienes enfrentan y arriesgan sus vidas por lograr nuestra recuperación total o acompañara nuestro destino final, son los funcionarios de la salud que siguen poniendo en peligro sus vidas por nosotros, dejando de lado a las suyas, cumpliendo con su deber, a pesar de los riegos para ellos y el sufrimiento de sus familias.

¿Habrá algo más digno y heroicamente importante de ser destacado, como es la entrega al prójimo, arriesgando tu propia vida? Claramente no.

Saludos a los de verdad, los que hicieron el juramento a Hipócrates y a los que forman parte de estos equipos médicos en hospitales, Cesfam y aquellas Clínicas dispuestas a la atención de pacientes Covid. Ellos y ellas son quienes están y seguirán en la primera línea, enfrentando cara a cara esta enfermedad.

Otros insensiblemente han hecho un uso político electoral y con muy poca moral, porque para ser un héroe de la salud no basta solo un delantal y una mascarilla, sino una capa de entrega total y para ello se debe haber pisado un hospital, un servicio de atención primaria o urgencia, conteniendo los oleajes de esta pandemia y no sólo recomendaciones desde la comodidad de una clínica o una foto subida a la red social Facebook.

Algunos ya han ofrendado sus preciadas vidas por nosotros, como los lamentables casos que hemos conocido este último tiempo en nuestra ciudad, a estos superhéroes se les recordará siempre, porque se cubrieron con sus trajes valientes en la atención profesional y sin descanso, dando mil batallas con sus escudos de experiencia y luchando hasta el último minuto por otros.

Muchos tenemos con orgullo un familiar, cercano o vecino con esta capa de valiente, démosles nuestros respetos y gratitud al saludarlos después de sus sacrificados turnos, porque para estos seres especiales, se descansa lo necesario para luego salir nuevamente a defender humanos en peligro.