Tras catorce años CONAF vuelve a anillar Flamencos en el Monumento Salar de Surire

01 Mayo 2011

Para conocer los desplazamientos “sin fronteras” por los cielos y salares altoandinos. Por Yanett Fuentes

Corresponsales ... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Desde hace catorce años que no se realizaba anillado o marcaje de flamencos en el Salar de Surire. Este año, tras el proceso reproductivo 2011, Conaf Arica y Parinacota, efectuó nuevamente la actividad, en el marco de sus Planes de Conservación de Fauna y el trabajo macroregional que lleva adelante el Grupo por la Conservación de los Flamencos Altoandinos, donde participan Chile, Perú, Bolivia y Argentina.

El Salar de Surire, Monumento Natural desde 1983, Sitio Ramsar -o sea humedal de importancia internacional- desde 1996 y parte integrante de la Reserva de Biosfera Lauca, es hábitat de tres de las seis especies de flamencos existentes en el mundo. Allí, de diciembre a mayo, a 4.200 metros sobre el nivel del mar se vive el ciclo reproductivo, y que incluye el apareo o cortejo nupcial, el anidamiento y el nacimientos de miles de polluelos. Bajo la consigna “Flamencos sin fronteras”, guardaparques del Área Putre de Conaf, así como de la Reserva Nacional Los Flamencos, administrada por Conaf Antofagasta, llevaron a cabo la tarea de capturar y luego colocar un anillo en sus patitas, a una muestra de 366 polluelos producto de la nidificación 2011.

La técnica del anillado busca dilucidar los lugares de desplazamiento que utilizan estas aves que se encuentran categorizadas como Vulnerables respecto de su estado de conservación. Se trata del Flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), el Flamenco de james (Phoenicoparrus jamesi y el Flamenco andino (Phoenicoparrus andinus), respectivamente.

En aymara, parina, parina chica y parina grande. En quechua, genéricamente, tococo o chururu). Héctor Peñaranda Antezana, director regional de Conaf Arica y Parinacota resaltó como un regalo para la región el que esta área protegida sea lugar de nidificación de las tres especies de flamencos. “Sus poblaciones permiten que hoy en día Surire sea una lugar privilegiado para la actividad de anillado”, acotó. Adelantó asimismo que la idea es mantener la actividad y dejarla constante a futuro. Guardaparques del Área Putre de Conaf Arica y Parinacota y de la region de Antofagasta, llevaron adelante el arreo de los polluelos de dos colonias reproductivas del período. Mientras tanto otra colonia está aún en plena etapa de nidificaciòn lo que promete interesantes cifras reproductivas, las que podrán conocerse hacia fines de mayo, según explicó el jefe de Áreas Silvestres Protegidas (DASP), Carlos Nassar San Martín.

La actividad contó con el apoyo logístico de la empresa minera Quiborax S.A., presente en el Salar desde la década de los ´80. Igualmente asistió el encargado de Medio Ambiente de la minera Doña Inés de Collahuasi, César Cardozo, en atención a la participación y la necesidad de aunar esfuerzos con el sector privado en la tarea que se lleva adelante, según explicó el director de CONAF. Del sector público estuvo también presente el Servicio Agrícola y Ganadero, instancia que dio el respaldo legal a la gestión, en el marco de su rol fiscalizador de la Ley de Caza. El SAG tiene a su cargo además Oficina o Sistema Nacional de Anillamiento, instancia encargada de registrar todos los anillos que se coloquen en las aves silvestres. Dicha oficina comenzó a operar el año 2007 por tanto no existía cuando CONAF efectuó anillado en 1997.

De allí que Leonel Turra, del departamento de Recursos Renovables del SAG, calificó la jornada como “un hito bastante importante, ya que nos permitirá iniciar el registro de anillado de flamencos y ampliar el trabajo que hemos iniciado ya en Arica con especies como la gaviota de Francklyn. Turra adelantó asimismo que “en un futuro cercano se va a entrenar anilladores, los que van a estar registrados y autorizados por esta oficina”. Acuerdos ambientales Rafael Fernández, encargado de Medio Ambiente de Quiborax, indicó que como empresa están comprometidos con el Plan de Gestión Ambiental el que está enfocado en evaluaciones del ciclo reproductivo de los flamencos y permite considerar una planificación de la actividad extractiva, de carácter dinámico, lo que implica tomar en cuenta, a partir de mediciones satelitales, los lugares de reproducción y la presencia de lagunas. Con dicha información se establecerán los lugares a intervenir para la explotación de la presente temporada, la que este año partiría en el mes de junio.

Guardaparques todo el año Patrullajes a la zona y censos de flamencos todos los meses, es tarea permanente de los guardaparques de CONAF Área Putre. Así lo corrobora Leonardo Choque, quien lleva ya seis años realizando dicha tarea, llueva, nieve o las temperaturas invernales estén bajo 0. También presente en el anillado del año 1997, compara que esta vez las nidificaciones se presentan algo retardadas. Jorge Valenzuela, médico veterinario, lleva recién un año como guardaparques. En esta primera experiencia estuvo a cargo de registrar las mediciones ergonométricas (largo de ala, largo y ancho de pico y contorno de tarso), hechas a cien de los polluelos capturados y luego liberados a su ambiente, y que permitirán efectuar estudios posteriores con las distintas especies. Y nos manifiesta lo emocionante, una sensación rara –inexplicable- que es tener en sus brazos un polluelo de flamenco. Pájaros de fuego De color gris al nacer, los cientos de polluelos pasarán luego a tomar el color rosa que los identifica y embellecer aún más los espectaculares paisajes de Surire. Su carácter longevo les permitirá surcar los cielos andinos durante aproximadamente 30 a 40 años. El director de CONAF explica que “dado que los censos y estudios se realizan tan solo desde 1995, aún no se completa una generación en estudio.

Es necesario entonces generar mucha investigación, ya sea aquí o en las otras regiones. Por eso la importancia del lema “Flamencos sin fronteras” y el trabajo macrorregional del Grupo por la Conservación de los Flamencos Altoandinos” Gracias a este trabajo conjunto es que se efectúan dos censos simultáneos de flamencos en el año en los principales salares de Chile, Perú, Bolivia y Argentina con presencia de flamencos. En Chile esto involucra a las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, Tarapacá y Atacama. Movimientos nómades Si bien se estableció que más que aves migratorias, los flamencos andinos son nómades, es decir van y vuelven a los distintos salares. Hoy se percibe que las poblaciones se están moviendo de manera distinta a otras épocas. Nelson Amado, encargado de biodiversidad de Antofagasta y jefe de Áreas Silvestres Protegidas en su región, recalca la importancia de hacer anillamiento “porque nos permitirá ver los desplazamientos de las tres especies”. Explica que Surire fue sitio reproductivo de mayor importancia para el flamenco chileno, pero ahora se han ido incorporando contingentes significativos del flamenco de james o parina chica”. En definitiva, señala, “hay desplazamientos en ambos sentidos desde las lagunas de acá (Chile) o las lagunas de Bolivia o Perú”.

El profesional resalta que si bien cada sitio es particular hoy existe cierto grado de certeza que las poblaciones de las tres especies permanecen más o menos estables –gracias a los censos simultáneos-, en algunos sectores muy estables, y en otros incluso creciendo. Es el caso del flamenco chileno, el que ha aumentado su contingente no sólo en Chile, sino que en censos internacionales se refleja que ha aumentado el número de ejemplares. Con el flamenco de james, Amado señala que ahora se ha estado reproduciendo en salares que antes no era común que lo hiciera y también ha incrementado su número poblacional. El andino, en cambio, ha quedado más atrasito y de él podemos hablar que ha habido una mantención de los tamaños poblacionales históricos”. Tenemos entonces que los movimientos de las aves aparentemente modifican temporalmente cada salar respecto del tamaño poblacional que albergan de cada especie.

El Salar de Atacama en Antofagasta, por ejemplo era el sitio de mayor nidificación para el flamenco andino según explica Nelson Amado, y hoy se está moviendo ¿Qué explicación tiene esta situación?, consultamos. “Lo estamos asumiendo como una modificación por el cambio ambiental que se está dando a todo nivel, a nivel planetario. Probablemente estos cambios climáticos estén operando en forma diferenciada dependiendo de las especies, porque no tienen exactamente los mismos requerimientos. A alguna a lo mejor le ayuda a incrementar el éxito reproductivo, como es el caso de james y chileno, como hemos visto con la reproducción de pollos. No tan así con el andino, al menos aquí en Chile, y estos quizá estén encontrando mejores condiciones en los salares de Bolivia o Argentina. Creo que hay que tener tranquilidad en el sentido de que los tamaños al menos están estables”.

El director regional de CONAF, indica por su parte que “más que poblaciones locales son poblaciones que se mueven hacia diferentes lados. Por eso no sólo basta el anillamiento, sino hay que hacer seguimiento. Y eso lo hacemos con las otras regiones”. Lo cierto es que el proceso reproductivo de cada año reedita el milagro de la vida silvestre, pero a razón de un huevo por nido, una vez por año. Cada temporada nos regala una nueva generación de flamencos de las tres especies. Hoy Surire es sitio privilegiado, con miles de pollos grises y suaves, aprendiendo a volar, y colonias aún con huevos sin eclosionar, que también incrementarán las bandadas de flamencos “sin fronteras”, pero que ojala vuelvan siempre a su origen.