A un año de su inauguración Cesfam Punta Norte realiza rogativa aymara al “apu protector”

02 Mayo 2014

En la actividad agradecieron al cerro aledaño por cobijar a cientos de personas tras el sismo 1A y alerta de tsunami, además rogaron por la recuperación de la calma en la comunidad.

Luis Mendoza Cordero >
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La interculturalidad se hace práctica en el Cesfam Punta Norte, que a poco de cumplir su primer aniversario realiza rogativas aymaras (pawa) con la finalidad de agradecer a los “cerros sagrados” (apus) por el año de funcionamiento y de atención a la comunidad, así como por el cobijo brindado a miles de personas durante el sismo y alerta de tsunami del pasado 1 de abril, quienes se pusieron a resguardo durante varias horas en los faldeos del cerro.

Las ceremonias estuvieron encabezadas por la directora (s) Sandra López, el yatiri Homero Altina, representantes mapuches, aymaras y quechuas. Además, contó con la presencia del personal del centro de salud familiar Punta Norte y de siete funcionarios de salud primaria de la Municipalidad de Talcahuano, que llegaron a la ciudad para compartir sus experiencias en afrontar las consecuencias que dejan los desastres naturales.

En la cosmovisión de los pueblos originarios de América, los cerros son entidades sagradas, hermanos mayores de gran poder que velan por las personas y los acompañan en el ciclo de vida, por lo que la rogativa se llevó a cabo  en el “apu” ubicado a espalda del recinto de salud.

Rogativa

Sandra López dijo que “es muy grato poder tener la oportunidad de agradecer la generosidad del cerro, que nos brinda cobijo en situaciones de necesidad. Asimismo, extender un mensaje de ánimo y calma a nuestra comunidad, a la que llevamos atendiendo en el primer año de nuestro funcionamiento”.

El yatiri Homero Altina elevó sus plegarias de protección frente a nuevos eventos naturales. “Esta relación del hombre con las entidades sagradas de la naturaleza pasa inadvertida, sin embargo, cuando ocurren eventos como las evacuaciones por alerta de tsunami que movilizaron a un gran número de personas con susto hasta el cerro, es necesario hacer nuestras rogativas ancestrales”, precisó.

Sergio Huenul representante de la Asociación Waiwen Kurüf, señaló que “esta rogativa es una oportunidad para enviar un mensaje de paz a nuestra comunidad, señalando que la tierra es nuestra madre y está viva, por eso su movimiento es natural, por lo que es necesario tener conciencia para estar preparados”.