[VIDEO] ¿El celular es enemigo de la sala de clases?

10 Abril 2018

Lo común es encontrar profesores que prohíban el uso del celular en la sala, entrando en una eterna y perdida discusión con algo que no han visto aún como un aliado, sino como un enemigo. Sin embargo, el profesor ariqueño Félix Milanés cuenta su positiva integración del móvil en clases.

Cristian D. Fonseca >
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Difícilmente Martin Cooper aquel 3 de Abril de 1973 pensó que su dispositivo evolucionaría a lo que es hoy en día un teléfono celular: agenda, consola de juegos, despertador, televisor, altímetro, walkman, nivel, control remoto, regla y un sinfín de etcéteras.

Y es que si, tu teléfono de bolsillo hace muchísimas cosas y está en todos los ámbitos de nuestras vidas. Por ejemplo:

Gas: Podemos medir cuánto gas queda en el cilindro (por fin).

Televisor: Elegimos en el teléfono lo que queremos ver y lo enviamos a la tele (Netflix, Youtube y otros).

AFP: Podemos distribuir nuestros miles de millones de pesos de la AFP entre los distintos fondos.

Impuestos Internos: Podemos, y algunos como Copec lo exigen, comprar con factura usando E-RUT.

¿Y en la sala de clases?

Veamos. Cuando digo “sala de clases” no sólo me refiero al colegio con escolares menores de edad, sino a estudiantes de pre grado, post grado y otros, porque todos usan celulares; y con “todos” me refiero a alumnos, profesores, directivos, administrativos y asistentes. Todos-todos.

Lo común es encontrar profesores que prohíban el uso del teléfono en la sala, entrando en una eterna y perdida discusión con algo que no han visto aún como un aliado, sino como un enemigo. Eso fue lo que le pasó a Leonardo Haberkorn, un profesor uruguayo que renunció a hacer clases porque se cansó de pelear contra los celulares.

Y es que nuestras salas de clases no se han modernizado: un horrible data, chueco y con el cable tan malo que la imagen se ve azul o verde, un profesor cuya más avanzada tecnología entregada por el colegio o universidad son 2 plumones, rojo y azul, y sillas tan duras que obligan al alumno a buscar comodidad, en otras cosas. A esto se le suma que el mayor avance tecnológico de muchos colegios está agrupado en “salas de computación” con software muchas veces obsoleto, con computadoras que -además de tardar un montón en encender- les permiten hacer apenas un 20% de lo que el equipo en su bolsillo le permite y -mejor aún- sin restricciones.

Félix Milanes, profesor de la Escuela Ignacio Carrera Pinto, comenta su positiva experiencia en clases y su punto de vista sobre la integración de tecnología en directivos, profesores y alumnos:

La carga de trabajo se la llevan los profesores, porque deben encontrar la forma de hacer su clase más entretenida que el celular, PERO usándolo, sacándole provecho y motivando su utilidad para los objetivos de la clase y asignatura.

Este corresponsal cuando en clases de 5 básico me aburría, me ponía de pie y distraía a muchos de mis compañeros, porque les conversaba. Es que lo que el profesor enseñaba, lo entendía más rápido que los otros. Entonces ese profesor del Instituto Claret en Temuco hizo algo distinto que sus colegas conmigo: me motivó para que yo le enseñe a mis compañeros, en vez de callarme o sacarme de la sala como me había pasado tantas veces... y todo mejoró.

En la Universidad de California han estado probando “Pocket Points”, una aplicación que al estar en clases, el alumno que no desbloquee su teléfono ganará puntos que puede utilizar por descuentos en comida o comprar en tiendas del campus; y si la recomiendan ganas más puntos.

Es que el teléfono, como toda la tecnología, va muy rápido, muchísimo más que lo que va la clase y eso el alumno de hoy en día lo entiende así, pero no los profesores que enseñan como a ellos les enseñaron, de la manera fome. Sin embargo, siempre podemos darnos cuenta que el teléfono puede ser un aliado: usémoslo para el beneficio de la clase, los alumnos y nuestra sociedad, porque aunque no nos guste, es parte de nuestras vidas.