2020_03_11_javier_plaza_ley_stickers_2.png [10]

[Advertencia: Esto es Chile Alterno [11]]

Una nueva amenaza llega a Chile, un peligro que hasta el momento había pasado inadvertido en el país: LOS STICKERS.

Sin duda, para el Gobierno es lo más preocupante, incluso más que la situación de las AFP, la salud, la educación, la privatización del agua, las colusiones, la represión, la violencia, el abuso sexual y la violación a los derechos humanos. “Hay prioridades”, se exclamaría desde La Moneda. 

Los Stickers se suman a otras catástrofes revolucionarias, como las portadas de cuaderno con graffitis o el K-Pop, siendo lo que originó el movimiento social (según un informe súper confiable de Big Lata). 

Los Stickers son una forma de expresión artística, por lo que la “Ley de Stickers” se sumaría a los nuevos mecanismos represivos de expresión o manifestación, a menos que pertenezcas al Quintil V, vivas sobre la cota mil, uses chaleco amarillo y hables de "Gobierno Militar" en vez de Dictadura. Y, por supuesto, que tengas un helicóptero para saltarte las barricadas. Una cosa poca.

Tampoco debemos olvidar la Ley que castiga “El que baila, pasa”, lo que evidencia que tienen un problema con el arte de bailar, del grafitti y de los stickers. Una falta de cultura que recuerda tristemente a esa época oscura de 17 años, donde los militares quemaban libros de "Cubismo", pensando que eran sobre la Cuba comunista. 

Al parecer la libertad de expresión existe, pero para una pequeña porción del país, porque no a todos se les escolta con protección policial para manifestarse. Dentro de la ley, también deberían incluir como delito los panfletos que se pegan con scotch o stickfix. Una falta de respeto. 

Si se promulga esta Ley, existen muchas posibilidades de que se sigan sacando leyes súper inteligentes. No me extrañaría ver proyectos como: La “Ley Me miraste feo”, la “Ley Pestañaste 2 veces” o la “Ley Taparse un ojo”, porque al final solo se busca reprimir, que todo siga igual y que se sienta como si nada haya pasado. 

Ustedes me podrán decir, “oye, pero la Ley Pestañaste 2 veces no tiene ningún sentido”; y sí, es verdad, al igual que la gran mayoría de las medidas represivas que han ido legislado desde el estallido social.