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Un procedimiento, un Diputado, personal de la armada y un video que explotó a los minutos en las redes sociales, pero también una pregunta... ¿Quién autorizó la difusión de la grabación y bajo qué excusa o interés? más allá de la desaguisada y poco cordial actitud del parlamentario.

Este podría ser el correlato de una de los videos más polémico y cuestionado en estos últimos días. Que involucra la reacción prepotente y desafiante del Diputado Hugo Gutiérrez de Iquique (Tarapacá)  frente a personal militar que lo controlaba, al  tiempo que se escuchaba el audio de los 3… ¿Quién controla a quién?, pasando a llevar no sólo a quienes lo fiscalizaban, sino también a uno de los principios básicos de toda democracia “Todos somos iguales ante la Ley”, tanto en nuestros derechos, pero también deberes.

Este hecho molestó a la mayoría que veían cómo un parlamentario sacaba desde sus documentos la credencial que lo faculta para transitar en plena pandemia cumpliendo con su rol fiscalizador, que le permite este famoso “Rompe filas”, sin embargo, estaba paseando junto a su familia y no una actividad fiscalizadora.

Pero por otra parte, aparece un hecho no menor y al que pocos le pusieron atención y sencillamente poco o nada les preocupó, y tiene que ver en quién autorizó masificar la grabación propiamente tal, la que en horas ya se había viralizado provocando, como era de esperar, el reproche de la mayoría que miraban el video.

La pregunta, seguramente, a algunos poco o nada les importará para saber ¿Cómo y quién autorizó liberar una grabación institucional por las redes  sociales, con material de seguridad policial, bajo qué motivo o interés se permitió, y obviamente quiénes lo autorizaron?

Antes que alguien se adelante a decir que esto es un empate o querer justificar lo injustificable del mal accionar del Diputado Gutiérrez, decir que la objetividad nos concede el derecho a toda duda razonable, puesto que se entiende que toda grabación captada desde las cámaras Go pro y que llevan las policías en sus chalecos o cascos, son elementos de pruebas ante alguna denuncia o judicialización de un procedimiento o para que las policías demuestras los hechos de ellos y los denunciados o delincuentes. Una suerte de secreto de sumario o que incluso podría interferir en un proceso judicial.

Esto porque las imágenes que vimos en las redes sociales, fueron entonces subidas por el o los funcionarios que realizaron este control policial, por lo que acá tiene que haber habido o una solicitud de autorización a la jefatura de la unidad local, regional o consultado al alto mando, dependiente del Ministerio del interior.

Alguien por ahí también dirá ¿Y a mí que me importa si esto fue legal o ilegal? Total se mostró el tamaño descaro del Diputado. Lo que es del todo entendible, pero en esa misma lógica, caeríamos en que el fin justica los medios, esto mismo es lo que ha llevado a algunos países, gobernantes y  sociedades a cometer errores, con actos fuera del margen de la Ley,  puesto que saltarse protocolos y procesos internos, difundiendo u ocultando este tipo de material dan paso a situaciones lamentables y tristemente conocidas.