escandalo_arica_alcalde_concejales_detenidos.png [10]

Arica es una ciudad segura, con playas hermosas, cuna de grandes artistas, con valles hermosos, exquisitas aceitunas, potencial polo de desarrollo trinacional, las momias más antiguas del mundo... ¿Saben qué? ¡Pamplinas! Todo Chile se queda con lo que vio en los noticieros:  el terrible espectáculo, donde el alcalde y buena parte del concejo en un tribunal siendo notificados por presunto fraude al fisco. ¿Qué hemos hecho para merecer esto? Nada o poco, lo cual es mucho.

¿De qué sirve tanto esfuerzo por tener buenas universidades en la región?, ¿De qué sirve esfuerzo por promover a Arica como ciudad turística?, ¿valorar la calidad de vida que tenemos?, ¿mostrar nuestra diversa gastronomía? ¿De qué sirve cantar hasta las lágrimas nuestro himno o sacar pecho por Américo o Manuel García? ¿De qué diablos sirve todo esto si aparecemos con esta escena a ojos de Chile y el mundo?

Muchos dirán, "pero no seamos tan drásticos, nada ha sido en vano" y pueden tener razón. Pero ¿cuándo vamos a aprender a no ser autocomplacientes? Este "show" es bastante sustantivo y habla -aunque no queramos- de nuestra tierra, de nuestra gente, de nuestros valores, de nuestra ética. Tanto más, nos va a hablar al bolsillo de nuestros trabajos.

Y seamos sinceros, nosotros elegimos esto. Nadie nos lo impuso. Todos y cada uno de los representantes fueron elegidos por nosotros los ciudadanos y las ciudadanas. La cuenta no se la debemos pasar a nadie, sólo a nosotros. En el día de fundación de nuestra ciudad [11], la esperanza es que nos demos cuenta de la necesidad de "refundar" Arica.