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Juan Manuel Santos, jefe del Estado colombiano y Rafael Correa, de Ecuador, saludaron  a su homólogo Hugo Chávez desde Tulcán, capital de la provincia del Carchi, donde tuvieron lugar los diálogos al más alto nivel.

La primera conclusión a la vista es que, a juzgar por los convenios rubricados por las partes, las personas más necesitadas a ambos lados de la frontera serán las principales beneficiadas.

Los convenios buscan ampliar los servicios de seguridad social hacia los dos pueblos, fundamentalmente para quiénes viven en los límites geográficos, donde todavía existe el rezago en varios ámbitos.

Otro de los compromisos apunta al fomento del turismo con la reforma del convenio de Esmeraldas 1990, para lo cual se permite ahora el impulso al libre tránsito entre las dos Naciones con fines de esparcimiento.

También se suscribieron acuerdos para trabajar conjuntamente en el área educativa, campo en el cual se estableció un plan para el otorgamiento de becas para los estudiantes de ambos países y el apoyo a los universitarios con créditos educativos.

El tema de la vialidad e infraestructura mereció gran importancia, ya que está prevista la construcción de pasos como el del nuevo puente de Rumichaca, para mejorar la conexión terrestre.

La creación de un  nuevo centro integral fronterizo, en las cercanías del río Mataje, es una de las aspiraciones concretadas por las partes, similar al existente en Carchi, donde se ofrecen servicios de aduana, migración y control de estupefacientes.

El octavo convenio suscrito guarda relación con la apertura de la posibilidad de que los ciudadanos ecuatorianos y colombianos puedan recibir atención médica en las instituciones cercanas a sus lugares de residencia de la frontera.

Pero estos acuerdos, dijo el presidente de Ecuador, no fueron para la foto, sino que “serán el marco del trabajo futuro”

Al concluir la ceremonia, el mandatario de Colombial señaló que luego de 180 años de relaciones, éstos pasan uno de los mejores momentos en la actualidad, y aseveró que han dado un giro de 180 grados.

Consideró efectiva esta forma de acercamiento propuesta por su interlocutor, a semejanza de la que mantiene Ecuador con Perú y se congratuló del avance en muchos temas en los cuales habitualmente existen “cuellos de botella”.

Santos se pronunció por cerrar brechas, combatir la pobreza, y atender las poblaciones vulnerables, como afro descendientes e indígenas, una “riqueza que tenemos”, y la cual, apuntó, es preciso atender con políticas comunes para enaltecerlas y fortalecerlas.

Por su parte, el presidente anfitrión calificó la jornada de histórica, con una agenda  estructurada y en un ambiente de comunicación, amistad y confianza.

Fuentes: Prensa Latina, El Universal, EFE