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Esta semana, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que establece un Salario Mínimo de $ 210.000, correspondiendo  ahora el proyecto se tramite en el Senado, para su aprobación final.

En nuestro país, las familias que lamentablemente experimenta pobreza extrema son todas aquellas en donde el ingreso por persona es inferior al que les permite satisfacer sus necesidades nutricionales, medidas en términos de la denominada CanastaBásica de Alimentos (CBA). Este indicador considera los productos de consumo básico como lo son el pan, carne, pescado, lácteos, aceite, frutas, verduras, azúcar, café, té, bebidas, comidas y bebidas fuera del hogar.

En enero del presente año, el  Ministerio de Desarrollo Social cuantificó el costo de la CBA en $ 37.981 mensuales por persona, destacando en la estructura de consumo el pan con un 24,3% de participación, la carne de vacuno con 12,1%, la leche con 6,4% y las bebidas gaseosas con un 5,1%.

Si consideramos que en Chile una familia promedio está compuesta por cuatro integrantes, el ingreso familiar que les permitiría satisfacer sus necesidades nutricionales mensuales es a lo menos de $151.924, por lo que la capacidad económica de la familia para hacer frente al costo de la CBA y los otros gastos propios de todo hogar, dependerán de cuántos integrantes de la familia tengan trabajo y perciben el Ingreso Mínimo.

Según el Centro de Microdatos de la facultad de Economía de la Universidad de Chile, en Mayo de 2013 el ingreso promedio mensual de los ocupados en el Gran Santiago fue de aproximadamente $540.000. De ser así, los ocupados del Gran Santiago tienen entonces un ingreso promedio mensual que les permite cubrir el costo de la CBA y otros gastos básicos para la mantención del hogar.

Considerando la diferencia evidente entre el Ingreso Mínimo y el Ingreso Promedio Mensualseñalado, como así también el valor monetario de la Canasta Básica de Alimentos, resulta obvio plantear una nueva discusión, cuál es la capacidad de compra de productos que provee el Ingreso Mínimo comparado con el costo que involucra satisfacer las necesidades mínimas nutricionales, y ello contrastado con el ingreso promedio que la estadística permite calcular.

A nivel país, el 22,4% de la población tiene un rango de ingresos entre $ 400.000 y $ 500.000, nivel socioeconómico C3, y el 55,1% tiene ingresos de $ 300.000 o menos, segmentos de la población a los cuales por tanto le resulta difícil la adquisición de la Canasta Básica de Alimentos y, además, cubrir los otros gastos propios de cualquier hogar.

Quizás sea esta una de las razones por la cual algunos plantean reemplazar el Ingreso Mínimo por un Ingreso Socialmente Justo, lo cual desde un punto de vista económico es bastante difícil cuantificar.