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En plena pampa al borde de la línea del ferrocarril, a 40 kilómetros de Arica, se ubica Pampa San Martín, un lugar en el que pocos podrían pensar que la Asociación Indígena Altos de Lluta San Roque desarrolla su sueño de producir limones, mangos, guayabas y todo tipo de hortalizas de excelente calidad que son el sustento de 60 familias.

La pregunta que surge naturalmente es: ¿de dónde sale el agua de regadío para aquella producción agrícola? Y la respuesta no está exenta de dificultades; el recurso hídrico llega por una antigua tubería del ferrocarril desde el altiplano y es entregado a los agricultores una vez a la semana, pero hoy surge una nueva oportunidad verde en pleno desierto: “cosechar” de mayo a octubre el agua la abundante niebla del sector a través de atrapanieblas.

Se trata de 8 colectores de agua y un estanque de 70.000 litros de capacidad, que, gracias a la gestión del Seremi de Agricultura de Arica y Parinacota; Miguel Saavedra Palma, beneficiarán a los agricultores de la Asociación Indígena Altos de Lluta San Roque y que fueron un aporte de la empresa Engie Energía (ex EC-L), en el marco de su programa de Responsabilidad Social Empresarial.

Con la bendición de la Pachamama

Con una Pawa, ritual aymara en el cual se pide por el éxito de los proyectos a la Pachamama (madre tierra), la asociación indígena dio por inaugurada la época de “cosecha de agua”, que ya comenzó hace unos 4 días y que podría llegar a significar la recolección de 6 mil litros de agua diarios entre fines de abril y octubre.

En la ocasión, el Seremi de agricultura, señaló que en la instalación de este proyecto piloto “se plasma el apoyo del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y de la empresa privada, que han creído en la factibilidad de esta idea que permitirá sembrar optimismo, dar nuevas oportunidades a esta comunidad aymara y ayudar a cada uno de ellos”.

Para Simón Flores Flores, presidente de la asociación, quien aprovechó de agradecer al Seremi Saavedra y a Engie Energía por creer en su agrupación, éste es un sueño hecho realidad que, a través de este proyecto piloto, les enseñará a cosechar estas aguas.

Por su parte Christian Acori, gestor de Responsabilidad Social Corporativa de Engie, empresa de generación de energía eléctrica que tiene presencia en la zona norte del país hace más de 50 años, manifestó que para la empresa es fundamental trabajar con las comunidades locales, por la responsabilidad que se tiene frente a ellas.

Un piloto de 8 atrapanieblas

Este sistema consiste en una estructura compuesta por postes de madera anclados a la tierra, unidos por una malla rashell en forma rectangular. Esta malla atrapa y “condensa" las gotas de agua de la niebla o Camanchaca proveniente de la costa y estas gotas de agua contenidas en la niebla quedan atrapadas, luego se canalizan hacia el estanque que usarán como recolector y desde ahí las distribuirán de acuerdo a sus necesidades de riego. Con esto, dependiendo de la densidad de la niebla y otros factores ambientales, se puede llegar a obtener hasta 50.000 litros de agua mensuales entre los 8 atrapanieblas.

Segunda experiencia de atrapanieblas en la región

Durante agosto de 2016, ya habían sido instalados los primeros atrapanieblas de la Región de Arica y Parinacota en “Pampa Dos Cruces”, en la carretera inter valles entre Azapa y Lluta, lugar donde la Asociación Indígena Wali Qhantati dispone de un terreno fiscal en arriendo a Bienes Nacionales para generar su producción agrícola y en el que operan 4 colectores de agua de niebla, gracias a una gestión del Seremi de Agricultura y Engie Energía.

Al finalizar la ceremonia de inauguración de los nuevos atrapanieblas, el Seremi Saavedra recalcó cuán importante es que los propios agricultores puedan realizar inversiones en más aparatos recolectores de niebla y que, a futuro, puedan pensar en sumar a esta iniciativa sistemas hidropónicos recirculantes y paneles fotovoltaicos “con el propósito de derivar a un sistema completamente sustentable, concluyó la autoridad.