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Una mujer de nacionalidad venezolana que llegó a nuestro país en busca de mejores oportunidades y para reunirse con su pareja en nuestro país, contrató los servicios de “coyotes” tacneños para ingresar a su hijo de 3 años a Chile.

Según señala La Estrella [12], la extranjera se contactó con una organización de la vecina ciudad dedicada a entrar inmigrantes de manera irregular a territorio nacional, la cual le cobró 800 soles para concretar sus intenciones.

Del dinero que debía pagar la mujer, ésta adelantó en principio 500 soles, debiendo completar el resto una vez que el menor estuviera en Arica.

Modus operandi

Para completar el plan, y según consigna el matutino, dos personas -hombre y mujer- la fueron a buscar a un hotel, para luego trasladarla hasta el Complejo Fronterizo Chacalluta.

Ya en el Complejo, la mujer realizó los trámites de migración. Sin embargo, un funcionario de la PDI se percató que, minutos después, se encontraba acompañada de un menor.

Al ser entrevistada por el detective respecto de esta situación, la extranjera reconoció que pagó dinero para ingresar a su hijo de manera irregular, señalando además a quienes la llevaron hasta el paso fronterizo.

Detención y formalización

Los integrantes de la organización fueron luego detenidos y puestos a disposición de la justicia, siendo formalizados por el delito de tráfico de migrantes.

Ambos involucrados: Shirley Pacori (20) y Michael Verasatégui (26) quedaron en prisión preventiva y fueron posteriormente llevados a la cárcel de Acha.