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En febrero de 2016 el fiscal Daniel Valenzuela daba por iniciada una investigación que involucraba a un clan familiar y extranjeros dedicados al tráfico de estupefacientes, liderado por un reo que actualmente cumple 12 años por el mismo delito.

Las diligencias llevadas a cabo por la Unidad de Alta Complejidad del Ministerio Público permitieron detener -en enero de 2018- a 14 integrantes de dicha organización criminal.

En dicha ocasión y gracias al apoyo de la PDI, se decomisaron 324 kilos de sustancias ilícitas, entre pasta base de cocaína y marihuana, cerca de $12 millones en efectivo, armas de fuego y modernos vehículos.

Tras ser detenidos, la justicia local condenó a 10 de los integrantes a penas que en total suman 85 años de presidio, como autores de los delitos de tráfico de drogas, asosiación ilícita, porte ilegal de armas y munición.

En tanto, dos de los involucrados de nacionalidad peruana recibieron una sentencia de 10 años (5 cada uno), no obstante esta pena finalmente fue sustituida por la expulasión de nuestro país.

"Se trata de penas altas y que guardan relación con la gravedad de los ilícitos cometidos, puesto que acreditamos que existía una organización que tenía un núcleo central que era liderado por un reo condenado por tráfico y los demás miembros constituían redes familiares", señaló Valenzuela.