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En 2013 dos alumnos de 4 años pertenecientes al Liceo Agrícola de Azapa sufrieron graves quemaduras en el cuerpo, luego que una olla con unos 25 litros de agua hirviendo les cayera encima, cuando jugaban en la cocina del recinto.

Producto del accidente uno de los menores afectados -de nacionalidad peruana- perdió la vida, mientras que la segunda estudiante, Nayelly Solís, resultó con el 75% del cuerpo quemado tras el accidente.

Con estos antecedentes en mano, el Primer Juzgado Civil de Santiago aprobó la transacción acordada entre el Consejo de Defensa del Estado y los demandantes, ordenando al fisco pagar una indemnización total de $250.000.000 a los padres de niña.

El fallo señala que “el accidente que sufrió al interior del Liceo F-25 de Arica, se debió a la tardanza inexcusable con que actuó la Junaeb”, esto porque “había tomado conocimiento de la situación de riesgo con dos años de antelación y nada hizo para evitar lo acaecido”.

Este episodio terminó “con los nefastos y lamentables resultados como es una menor de 4 años de edad con el 75% de su superficie corporal total quemada, mientras estaba al cuidado y protección del Estado, garante de dicha protección y encargado de proporcionar el beneficio de alimentación”.