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Sin menoscabar el espíritu alegre de los colombianos, es necesario precisar que el índice de violencia es uno de los más altos del mundo. Asimismo, el exódo de miles de ciudadanos en busca de un mejor futuro es igualmente elevado. Expresar que "el pueblo se unió" para manifestarse contra las FARC más bien cae dentro de las exageraciones. Es imposible lla unión cuando una nación sufre una guerra no declarada que se prolonga por más de cuatro décadas y donde la cantidad de víctimas (de ambos bandos) es altísima.

Es importante crear conversaciones de futuro pero haciéndose cargo del presente, de los problemas cotidianos de la mayoría. De otra forma, es, sólo, palabras al viento, optimismo imaginario o, en otros términos, demagogia.