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Sergio, es muy díficil "medir" el índice de felicidad si no conocemos a fondo la realidad cotidiana de los ciudadanos. Cómo explicar que miles de colombianos emigren masivamente a Europa si exteriormente demuestran estar satisfechos en su patria?

Una última inquietud. Es que se puede ser feliz cuando tantas familias campesinas han sido desplazadas de sus hogares a causa de la guerra o las empresas monópolicas que arrasan con cultivos?

Acaso pueden unirse asesinos y víctimas?

Seguramente la manifestación que mencionas fue importante pero tal como tú lo expresas..."es importante poner las opiniones en contexto". Y bajo esa mirada, no está de más recordar que la población de Bogotá es cercana a los 7 millones de habitantes.

Tampoco es objetivo hablar de "jóvenes comunes y corrientes" como si fuesen seres vacíos de pensamiento, sin diferencias sociales, neutros e inmunes a una realidad dramática que los divide.

Saludos, igualmente cordiales.