Ropa USAda, ¿Por qué no?

A principios de los 80, el aquel entonces incipiente, negocio de la ropa americana, llegaba a chile para quedarse. Hacia su ingreso por Valparaíso y de ahí comenzaba su diseminación para el resto del país. Hoy en nuestra ciudad más por necesidad que por moda, la ropa usada se ha convertido en una buena alternativa de compra, especialmente para bolsillos más desprovistos.
Con la apertura económica del país en la década de los ochenta, la ropa americana y europea comenzó a ingresar a nuestro mercado hasta convertirse en una interesante alternativa para los consumidores, manteniéndose hasta ahora como una interesante manera de economizar al vestir a familias numerosas y no tan solo preferida por personas con ingresos bajos, sino que convirtiéndose en una opción también para profesionales y familias de clase mas acomodada.
Así lo hemos comprobado en lugares en donde se comercializa este tipo de prendas, en donde sumergidas en rumas y pacas no tan solo encontramos a humildes jefas de hogar intentando estirar el magro presupuesto, sino que también es posible observar sin tapujo alguno a elegantes damas, eligiendo desde los cajones las prendas que luego usaran sin vergüenza alguna ellas y su familia.
Su oferta representa no sólo una opción de compra más económica, sino que permite a los consumidores lucir ropas que hace algunos años sólo se conseguían en el exterior y a un precio muy elevado.
Marcas como Lee, Levis, Wranglers, Polo, Lacaste y otras son las favoritas, irrumpiendo explosivamente también en nuestra ciudad, el negocio de las zapatillas de marca en donde por $ 5000 podemos encontrar calzado deportivo de las costosas marcas Reebok, Adidas, Niké y mucho mas.
Hoy, según informaciones del Banco Central, las importaciones de ropa usada aumentaron en un 53.22%, entre los años 2005 y 2006.
La variedad de colores, diseños y estilos son las características principales que reconoce el público comprador, que ya se ha convertido en experto en lo que se refiere a lugares donde comprar, días de la semana y horarios en donde podrá llevarse “el filete” de la “paca” como se le llama al fardo o grupo de fardos con el botín.
De todas formas es interesante el tener en cuenta ciertas recomendaciones a quienes deseen entrar en el “sub. mundo” de la ropa usada, que pasamos a revisar a continuación.
Revisa la ropa con atención porque muchas veces presenta fallas, aparentemente imperceptibles a nuestros ojos, pero notorias apenas llegamos a casa.
Aprende a distinguir las manchas. Las de frutas casi nunca salen, las de aceite menos.
Ojo si la persona es alérgica al polvo y a los químicos “mata polillas”. La ropa que permanece guardada por largos períodos puede tener ácaros, por lo que generalmente se utiliza algún tipo de químico para su extinción.
Si realmente te gusta algo, no esperes comprarlo más barato en la tienda del lado.
Finalmente, si te interesa alguna prenda de cuero o gamuza, pon especial atención porque los pelones no tienen solución.
Ya casi 30 años cumple la ropa usada por lo que difícilmente su influencia y su provocativa oferta nos dejaran en un futuro cercano, aunque es imposible no pensar en que en la mayoría de las veces “lo barato cuesta caro”.