Ministerio de Agricultura lanza primer programa de responsabilidad social empresarial para empresas agrícolas

Un llamado a que las empresas exportadoras agrícolas desarrollen buenas prácticas laborales, promuevan la estabilidad laboral más allá de las fluctuaciones del dólar y propicien una gestión responsable y comprometida con su entorno, hizo el día de hoy el Ministro y la Subsecretaria de Agricultura, Álvaro Rojas y Cecilia Leiva, respectivamente, en el marco del lanzamiento del Primer Programa de Responsabilidad Social Empresarial para el sector agrícola que organiza su cartera.
En la oportunidad estuvieron también presentes Luis Schmidt, Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura y Eugenio Heiremans, Presidente Ejecutivo de la Asociación Chilena de Seguridad, ambas instituciones, coorganizadoras de esta iniciativa.
Este Programa busca dar a conocer a las empresas del sector esta nueva demanda que dice relación con cinco aspectos de la gestión empresarial: la ética empresarial, el ámbito laboral, el cuidado del medioambiente, la vinculación con los proveedores y el mercado y la inserción en la comunidad.
Entre el 31 de julio y el 27 de octubre de 2006 se plantea la realización de talleres regionales de concientización y discusión sobre esta temática, para culminar en noviembre con la publicación de un libro que resumirá todas estas experiencias y las líneas a seguir en esta importante materia.
El Ministro Rojas aprovechó la oportunidad para resaltar la labor desarrollada en este ámbito por la empresa agrícola Copefrut, reciente ganadora de la versión 2006 del premio de Responsabilidad Social Empresarial, Carlos Vial Espantoso, que distingue a aquellas empresas que se destacan por el desarrollo de iniciativas que permiten a los trabajadores participar en diversas formas de sus resultados y por construir relaciones laborales de mutua colaboración.
Por su parte, la Subsecretaria Leiva destacó esta política desarrollada por Copefrut, como un gran ejemplo a considerar en el programa que se inicia, señalando que “más allá de las vicisitudes de la paridad cambiaria, es una empresa que cree en el futuro y que tiene interesantes procesos de expansión, que significarán más empleo y lo más importante, un empleo de excelente calidad”.
Leiva señaló que “este caso demuestra claramente que es posible compatibilizar una alta productividad con un modelo de Responsabilidad Social Empresarial desarrollado, que permita a nuestra empresas agrícolas competir en complejos escenarios globales y en centros de consumo de alta exigencia y sensibilidad”.