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En Londres 38 llegó después un grupo de profesores del Liceo Manuel de Salas como el profesor Nilo, entre ellos dos mujeres, y alumnos como Cuevas Charim, Chacaymanta (algo así recuerdo, pero no muy bien).

Estaba un abogado que trabaja en la entonces Ferrocarriles del Estado junto a su nieta joven que una vez la torturaron y se desesperó el abuelito cuando la oyó gritar desde el segundo piso. Alegó, habló en voz alta y tenía una poderosa voz cuando los increpó preocupadísimo.

Estaban también los vecinos José Aburto y su esposa Hilda Retamal.

El abogado y el vecino estuvieron incomunicados conmigo en Cuatro Álamos y posteriormente quedaron en libertad. Fuimos todos llevados a este centro de incomunicados luego de Londres 38.

En Tres Álamos me tocó estar en libre plática con el profesor Nilo y con Cuevas Charim, hasta que con este último nos llevaron al campo de concentración de Ritoque.

Hay que rescatar la Memoria de Londres 38 antes de que comience a fallar la facultad de recordar tras muchos años de los trágicos acontecimientos de la criminal DINA.