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Imagen de Marcela Nangarí

También estuve en el

También estuve en el cementerio, tengo amigos ahí. Tal como dice la nota se vive un ambiente de alegría, a pesar de que la gente bebe mucho no hay violencia, más bien el ambiente se invade de espiritualidad.

Incluso nos sucedió un caso anecdótico. Al lado de nuestro amigo se encuentra Tusco, un hombre que tenía 57 años al momento de ser atropellado en la carretera (posiblemente haya fallecido saliendo del cementerio).

Lo curioso, es que en otra oportunidad vinieron sus amigos repintaron la cruz y le colocaron nuevamente su nombre y firmaron todos sus amigos dejando a la familia afuera.

Pero, este año vimos llegar a otras personas y le preguntamos que parentesco tenían con Tusco, entonces nos respondió el que estaba más mareadito nos dijo que ahí estaba su hijita de 4 añitos. ¿......? y nos preguntamos sino se habrían equivocado de tumba?... pero, de todos modos la familia acompaño a Tusco, le oró, bebió y comió con él, pensando que ahí estaba su hijita.

¡plop!

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