Todo hacía pensar en una faena cómoda para los locales, el Santiago Wanderers, que por estas cosas del fútbol hace de local en Viña del Mar, y en el Sausalito.
Más aún que las últimas incursiones presionado por su público había andado a los tumbos.
Ahora, sin gente, con Estadio a puertas cerradas por un castigo a su hinchada, se suponía jugaría a “piaccere”.
Huelga decir que al frente tenía a un San Marcos de Arica, que había hecho más de un día a lomo de bus, y cruzado toda la zona sur desde Puerto Montt (donde "La Celeste" ganó por 2 a 1 de visita el domingo recién pasado).
Era la “papa” para reivindicarse, luego de haber perdido como local ante Iquique el domingo último.
Los ariqueños entonces serían el “chivo expiatorio”, este miércoles sin público.
Cuando el bus llegó al solitario Estadio, y comenzaron a bajar sus jugadores encabezados por “El Mago” Mondaca, a mí, comentarista de mil batallas, y lleno de estadísticas en mi cabeza, sin embargo, se me empezó a ocurrir cómo dice Serrat, “un mundo raro”.
Sin nadie más que el chofer como “civil”, y su Presidente como hinchada, la delegación del San Marcos, empezó a tejer despacito, calladita, una gesta, de la cual sería testigo.
Hay que decir que el solitario perímetro del Sausalito, había registrado hasta ese momento, tan solo una incidencia y casi de realismo mágico.
Dos simpatizantes de los “celestes”, que habían venido desde Santiago, fueron controlados por los “carabitates”, y debieron quedar fuera del Estadio.
La ley es la ley, ¿no?
Total, era igual para todos, pues “caturros” no había por ninguna parte.
Y cerca de una hora después, y siendo exactamente las 16:00 horas de esta mitad de semana, y víspera del 1 de mayo, un árbitro muy nervioso, no por la bulla, sino por el silencio paradojalmente, dio inicio a las acciones, mientras en la zona dedicada a los Dirigentes un más nervioso Carlos Ferry, elegía la butaca más alejada de los dueños de casa, y calladito, con lentes muy oscuros, intentaba pasar colado, y de qué manera.
Claro, pues Arica se mandó un partidazo, y digamos que a pesar de empezar perdiendo dio vuelta las acciones, pues al cabo de los 90 minutos ganaba por 4 a 2 al cuadro Decano, y aunque el Juez regalara 5 minutos de descuento, nadie, pero nadie logró cambiar la historia, que el mismo Arica, o San Marcos, habían escrito a su favor.
El resto eran anécdotas, que aunque cuento, no dieron para un “diez”.
Por ejemplo que nadie, pero nadie de las radios ariqueñas, ni menos de los diarios llegó a cubrir el partido, de seguro por los pícaros pesos, que esto significa.
Sin embargo el “Pirulo” Oyarce, ¿u Oyarzo?, un “come tierra” como el se define, se aventuró desde Santiago y mediante celular, para Radio Neura, les relató los goles que nunca olvidará, sobre todo uno de Carilao, que desde 30 metros, hizo remecer el arco de Alex Varas, y que contará a sus nietos, cuando éstos no se quieran dormir, pues fue extraordinario el “zapatazo”.
Otra, que debieron sumar a última hora a Kroll Albiña un arquero que se sumó desde Arica a última hora, y que además debieron formar una banca con solo cuatro jugadores, cuando 5 es lo legal.
Bueno, casos y cosas muy triviales, pero que si le das una vuelta de tuerca resultan de un valor extraordinario.
Ahora si le agregas, que ya traían en las maletas 3 puntos desde el sur, cuanto más.
Mis notas les cuento, para la Radio Agricultura, que transmitía hacia Arica también, a través de Radio UTA, les juro que fueron hechas con mucha satisfacción, pues periodísticamente no dudé en tratar de gesta heroica la lograda por el team más septentrional de Chile, y cuando hubo que nombrar una figura y darle el Premio al Mejor, simbolicé en ese apellido tan mapuche de Carilao, mis respetos al equipo triunfador.
Caras jóvenes, y llenas de satisfacción al final del pleito, más el “Presi” calladito al cual tuve que sacarle las palabras con tirabuzón, fueron una Embajada ariqueña amigos, en esta ciudad-jardín, y que los representó a mucha honra, volviendo altiva y triunfante a la 15ª Región.
¡Felicidades Arica!, y a apoyar con garra a su Club, que acá en Viña del Mar, y en el mundialista Sausalito, sin tener siquiera un hurra o un bravo, a fuerza de goles se impuso, y por sobretodo fue el mejor.
Dos goles de Frank Carilao, uno del uruguayo Jorge Martínez (de penal) y otro de Michael Ríos, son la mejor demostración.
Ahora, para que esta dupleta de victorias tengan valor es preciso sacar el máximo de puntos como local en el Estadio Carlos Dittborn: el miércoles 07/05 frente a Lota Schwager, el miércoles 14/05 contra Curicó Unido y el sábado 17 versus Fernández Vial.
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