Titulo Exterior:
Arica, Estados de Ánimo y Elecciones Municipales
Los líderes que Arica necesita son aquéllos capaces de generar nuevas conversaciones, abrir espacios de participación y crear conversaciones de futuro que cambien en primer lugar el estado de ánimo reinante. <b>Por Sergio Cruz</b>
Los ariqueños están deprimidos; hay varios indicadores que dan cuenta de que hay ciudades del país que están peores que Arica, pero al escuchar
la conversación reinante en la ciudad surge en general el desánimo y la desesperanza. El desafío para los líderes locales es reconocer la conexión entre sus discursos y los estados de ánimo que generan en la ciudadanía, y ser capaces de cambiar el discurso y generar conversaciones que abran futuro y den esperanzas a la comunidad, en vez de solamente enfatizar lo negativo y oscuro que se ve el futuro para Arica.
Hay diversos indicadores cuantitativos basados en estudios serios que muestran que la situación en Arica no es la peor del país. Sin duda, hay problemas, sin duda la situación geopolítica de la ciudad requiere consideraciones especiales. Sin duda todos queremos que a la ciudad le vaya mejor, haya más trabajo y más riqueza. Sin embargo, al escuchar a ciertos líderes nacionales y locales, parece que Arica fuese la ciudad más pobre y que peor está en el país.
Es importante poner las opiniones en contexto. En primer lugar, hace tiempo ya que vivimos en “campaña política” casi permanente. Entonces, hay opiniones que se vierten con el objetivo de crear ciertos “estados de ánimo” afines a los objetivos políticos de los que hablan. Se habla de Arica abandonada, de que no hay clase media, etc. Entonces, hay que ver que estos “pseudo-líderes de opinión” buscan aprovechar un “malestar” que se ha enraizado en la ciudad desde hace un tiempo.
Por otro lado,
siendo ariqueño, pero viendo la situación con cierta perspectiva que se logra al salir de la ciudad y vivir fuera, puedo ver que en la ciudad existe un desánimo o desesperanza en algunos grupos que, a veces, parecen ser mayoría. Desde la ciudad hay personas que no ven posibilidades o ven que es imposible surgir. Parte del tema de romper los círculos viciosos de pobreza tienen que ver con en una primera etapa, hacer que la gente pueda ver que sí es posible. Como en la
película de William Smith, "En Búsqueda de la Felicidad" , en un momento el personaje pudo haberse dado por derrotado, o llamar a un “paro ciudadano” y protestar contra quienes no compraban sus máquinas. Sin embargo, decide buscar otro empleo, sacar provecho a sus talentos, y enfrenta sus problemas más básicos.
Por las vueltas de la vida, he podido vivir unos meses en China y Bogotá en diferentes momentos. Al caminar por Shanghai las diferencias que se aprecian en sus calles son abismantes, en el mismo sector en que estaba vivían ejecutivos expatriados, con casas que costaban $3.000.000 mensuales solamente en arriendo, y cinco cuadras más allá había una villa miseria de trabajadores chinos muy pobres que todos los días salían en sus bicicletas. Ellos tenían una olla común en el centro de la villa, pero salían sonrientes cada mañana a trabajar. A mí me sorprendía que no fuesen violentos, y que no asaltaran a los estudiantes de la escuela de negocios, dónde asistían solamente estudiantes ricos. ¿Por qué esos pobres chinos se veían sonrientes cada día y soportaban con estoicismo su condición, mientras trabajaban día a día para sobrevivir?
En Colombia hay problemas serios, no hay duda de ello. Se trata de un país maravilloso en su cultura, de gente muy amistosa, parecidos a los chilenos, pero más abiertos en general, más acostumbrados a la diversidad de razas, y a una alta densidad poblacional (42 millones de habitantes). Todos sabemos, es un país muy musical, donde el vallenato, la cumbia, y la salsa se escuchan en cada esquina. Estuve para la marcha de repudio a las FARC, fue emocionante, el pueblo se unió para eso, independiente de los líos que tuvieron los políticos que quisieron aprovechar esa manifestación ciudadana feroz organizada por jóvenes ciudadanos. Los niveles de inseguridad en general, son más altos que en Chile, pero eso no hace que la gente deje de salir “de rumba” a disfrutar la vida. Las encuestas colocan a Colombia como la segunda nación más alegre de Latino América después de Brasil. En una encuesta que revela hoy el diario
El Tiempo , es interesante observar que incluso gente de los niveles más pobres del país se declara tan feliz o más feliz que grupos de ingresos medios o altos.(Más detalles
AQUÍ )
Desde estas experiencias y volviendo sobre Arica, qué pasa en la ciudad que se vive al parecer una desesperanza o una falta de felicidad.
¿Es que una Arica más rica será más feliz?... Tiendo a pensar de que no va por ahí la respuesta. Hay ciertas cegueras culturales de las que adolecemos los chilenos, y varios ya se han encargado de hacerlas notar. Una de ellas es que somos en general ciegos a conectar nuestras emociones con las conversaciones en las que caemos, a veces inconscientemente.
Al volver a Arica, leer la prensa, leer editoriales, conversar por acá y por allá, da la impresión de que la conversación en que cayó la ciudad, la conversación reinante en el discurso público, no ayuda mucho a sacarla de su estado de ánimo. Peor aun en tiempos de campaña política, donde algunos “avispados” querrán sacar fruto de esta situación. En este sentido, hay que ser responsables, especialmente a nivel de liderazgos locales, regionales o nacionales, ya que ellos tienen más cobertura y eco, y si más fuego ponen en la hoguera de la desesperanza, parecerá que esa es una “verdad” que el mundo es así, y en Arica están condenados... lo que puede traer una serie de males sociales peores.
Los líderes que Arica necesita son aquéllos capaces de generar nuevas conversaciones, abrir nuevos espacios de participación y crear conversaciones de futuro que cambien en primer lugar el estado de ánimo reinante, de desánimo y resentimiento con un “ente” externo, llámese el gobierno central, el Ministro, etc. Éste es el gran desafío del líder que la ciudad necesita y, como tenemos elección de Alcalde pronto, ojalá pudiese la ciudadanía distinguir entre ellos, quienes son los candidatos que hablan de futuro y que traerán nuevos proyectos y un nuevo ánimo a la ciudad.
Foto: faundez ________________________________________________
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